Soy profesor de idiomas, formador, mediador intercultural y narrador. Estas profesiones están todas vinculadas con la comunicación. Si tuviera que elegir una de ellas, diría que soy narrador pues contar, además de comunicar, es enseñar, es formar y es mediar entre culturas e incluso idiomas.

Llevo más de diez años organizando actividades enfocadas en el libro y en la comunicación oral. Doy espectáculos de cuentacuentos en diversos centros educativos, bibliotecas, teatros y otros centros culturales. Imparto talleres pedagógicos sobre el aprendizaje de idiomas a alumnos de diferentes niveles curriculares, y formación especializada para el profesorado.

Colaboro con la Editorial Santillana Français y con muchas otras instituciones educativas y culturales (leer más).

Presto mis servicios en todas las localidades donde me inviten, en España y también en otros países.

Cuando me preguntan por qué y para qué cuento, contesto así:

Cuento para recordar que África cuenta; para que no caiga en el olvido.
Cuento para que África cuente; para que hable de sí y haga oír su voz.
Cuento lo que no se puede contar: olores, colores, sabores, valores, humor y amor.
Cuento y canto sus encantos incontables para África que esté viva en los corazones.
Cuento para que África se olfatee, se contemple, se palpe, se saboree y se escuche.
Cuento para enseñar África y para que África enseñe cómo cuenta.
Cuento por lo que no puede contar; soy la voz de lo que no tiene voz.
Cuento por la naturaleza; soy la voz del agua, del aire, de la fauna y de la flora.
Cuento para compartir sueños, enlazar pueblos y tender puentes entre culturas.
Cuento para expresar, despertar y contagiar emociones y sentimientos.
Cuento para plantear dudas y motivar pensamientos.
Cuento para que guste más contar cuentos que contar cuentas.
Cuento esto porque el arte es profundo y eterno, y lo material, superficial y fugaz.
Cuento porque, público maravilloso, contamos juntos.
Cuento porque tengo el don de la palabra y vosotros, el de saber escuchar.
Cuento porque os he dado mi palabra y soy un hombre de palabra:
Cuento y siempre tomaré la palabra mientras escuchéis y contéis conmigo.
Cuento con vosotros y podéis contar conmigo.
Cuento por el placer de compartir palabras.
Comparto palabras y juego con las palabras para que disfrutemos de la pa-la-bra.
¡Cuento porque creo en el poder de la palabra!